Cardioasegurar las residencias de ancianos y centros geriátricos debería ser una prioridad. Esto se debe al alto riesgo que tienen las personas que allí residen de sufrir una parada cardiorrespiratoria. No obstante, obligar a estos centros a disponer de desfibriladores depende de las autonomías y, desafortunadamente, muchas no lo han hecho aún. Actualmente, tan solo Aragón, Cataluña, Extremadura, Navarra, y Madrid, consideran obligatoria la presencia de desfibriladores en residencias y geriátricos. Por tanto, la mayoría de las comunidades autónomas no lo han llevado a cabo aún.
Desfibriladores como solución
Debemos recordar que en España se producen anualmente alrededor de 50.000 paradas cardíacas y se estima que fallecen unas 30.000 personas por esta causa. El hecho de socorrer a la víctima rápidamente es imprescindible, ya que tras 10 minutos en parada cardiorrespiratoria las probabilidades de sobrevivir son casi nulas. Cada minuto cuenta en estas situaciones debido a que las probabilidades de supervivencia se reducen entre un 7 y un 10% por cada minuto.
Asimismo, las estadísticas de los desfibriladores son más que positivas: consiguen recuperar el ritmo cardíaco normal hasta en un 90% de las ocasiones. Estos son aparatos que no suelen pesar más de 2kg, por lo que su transporte, uso e instalación son viables. Además, gracias a la aplicación de la inteligencia artificial en ellos, los desfibriladores son capaces de realizar un rápido diagnóstico de la víctima y proporcionan indicaciones a la persona que vaya a socorrerla, por lo que no es necesaria una profunda formación sanitaria para ayudar a una persona infartada.
No obstante, la formación en reanimación cardiopulmonar (RCP) al personal de este tipo de residencias es algo fundamental también. Esto se debe a que el desfibrilador puede ordenar perfectamente que se realice esta maniobra si no son necesarias las descargas eléctricas. Por tanto, tanto la presencia de desfibriladores como la formación en reanimación son fundamentales en las residencias de ancianos y geriátricos.